El embajador Gauss no está para salvar al mundo... pero por amor pueden encontrarse parando una guerra antes de que comience. Pero, por supuesto, mantener la espada de tu rey en su manto no es fácil. Lo que debería haber sido un diez minutos, aburrido, reunirse con un dignatario extranjero se convierte en un asunto apasionado, apasionado, que pone en tela de juicio los mismos fundamentos de su lealtad a su nación. ¿Puede Gauss navegar por estas aguas ásperas mientras todavía se mantiene la guerra?

¿Pueden mantener sus secretos a salvo... y en sus pantalones

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